Si tu idea de bruja se acerca más al estilo Broadway “Witched” o “Mago de Oz” y no a la de la novia cadáver, su realización será mucho más fácil. Vamos paso por paso: - Para no mancharte el pelo hazte una coleta. - Cubrir la cara con pintura verde. Es mejor si para aplicarla usas un cepillo grande o una esponja. Esta pintura debe ser de un color verde claro y no demasiado densa, para que se le pueda añadir tonos y texturas. Si deseas añadir verrugas (y darle más realismo a tu disfraz) tienes que utilizar un pegamento especial para la aplicación de las mismas. - Aplicar la pintura a tu cuello también. Puedes utilizar el mismo pincel. ¡No vamos a arruinar el disfraz con nuestro tono de piel natural! - Haz lo mismo con las orejas. - Los ojos tienen que ser más que perfectos. Con un pincel más pequeño aplica por debajo de la ojeras un verde más cremoso (incluso con una tonalidad que se acerque al dorado). Utiliza el polvo compacto de color amarillo para aplicarlo en el área por debajo y por encima de su ojos. Luego, hay que cubrir todo el rostro con el tono amarillo para suavizar la pintura verde. Esto consigue que tu rostro se vea más misterioso y brillante y añadirá sustancia al color verde. - No, no hemos acabado con los ojos. Ahora es el turno del párpado al que daremos un efecto ahumado con un tono dorado más oscuro y, finalmente, la parte exterior de los párpados con una sombra de color púrpura oscuro casi negro. - Cejas. Las brujas tienen las cejas dramáticamente arqueadas, asi que acentúa las tuyas con un lápiz de cejas negro. - Labios. Máxima libertad. Puedes pintarlos de manera natural, ponerle algo de verde o con lápiz labial rojo o negro esto completará el rostro de la bruja.
Adorna tus dedos con anillos de plata. Píntate las uñas de negro o verde oscuro, para que estén perfectas a cuando muevas tus manos para lanzar un conjuro en la noche de Halloween. |